Minas Tirith: Ciudad de Reyes

domingo, 18 de julio de 2010

Analizando Sintagmas Nominales en Mallorea



Hace demasiado que no me gano vuestras maldiciones dedicando uno de mis posts a la siempre entretenida sintaxis, así que para que no se le echen las culpas a los calores o las resacas mundialistas, pongámonos a ello. Pero, en consideración al descanso veraniego que muchos de vosotros os habéis ganado trabajando durante el curso, versará sobre el primer y más sencillo concepto de los que tratamos en las clases de sintaxis: el análisis del SINTAGMA NOMINAL. Confío en que la sencillez del tema sirva a dos objetivos: consolidar definitivamente, el que no lo haya hecho, este tipo de análisis (que ha de seros útil en mis clases durante toda la secundaria y posteriores estudios) y servir como atenuante en una probable acusación de lesa humanidad por hablar de sintaxis mientras nos cocemos a más de treinta y dos grados de calor. Como siempre, emplearemos ejemplos extraídos de un libro de fantasía épica, cuyo argumento os resumiré al final por si alguien se anima a sumergirse en sus páginas: se trata de Los guardianes del Oeste, el primer volumen de la pentalogía Crónicas de Mallorea, de David Eddings. Vamos a ello.

El análisis sintáctico, tal y como lo trabajamos en clase – y no solo en mi asignatura, pues es el mismo sistema que también empleáis en lengua catalana –, tiene tres niveles: el morfológico, el sintagmático y el sintáctico.

En el primer nivel, el morfológico, debemos reconocer qué tipos de palabras son las que componen las oraciones. Las opciones son las siguientes: sustantivos, verbos, pronombres, adjetivos, adverbios, determinantes y conjunciones. La práctica es imprescindible para no fallar en este primer paso, y en algunos casos tendremos que estudiar las listas o tablas que os ofrecemos, como en el caso de las preposiciones o los distintos determinantes. En cuanto a las confusiones que a veces surgen - ¿cuándo un verbo se comporta como tal?, ¿cómo podemos diferenciar un adverbio de un adjetivo o un pronombre de un determinante? - hablaremos de ello con más detalle en sucesivos posts y, por supuesto, en clase.

En nuestro sistema de análisis sintáctico, os proponemos subrayar todas las palabras de la oración y poner debajo a qué categoría gramatical de entre las propuestas pertenece. Veamos una frase al azar de Los guardianes del oeste y analicémosla tal y como hemos dicho:


Allí hablaban con seriedad de la guerra estancada en el sur de Cthol Murgos y de los problemas

de Varana con las familias del norte de Tolnedra. (página 190)


Allí hablaban con seriedad de la guerra estancada en el sur de Cthol Murgos y de los problemas

adv. v. P. sust. P. art. sust. adj. P. art.sust.P. sust(propios)conj. P. art. sust.

de Varana con las familias del norte de Tolnedra.

P. sust prop. P. art.sust. P+art. sust. P. sust prop.

Finalizado este primer nivel (el morfológico), hemos de progresar el análisis en el nivel sintagmático: todas las palabras de la oración, a excepción de las conjunciones, han de agruparse en uno de estos sintagmas, una palabra que proviene del griego y que significa “grupo ordenado”. Los cinco sintagmas que podemos formar son los siguientes: Sintagma Nominal (SN), Sintagma Verbal (SV), Sintagma Adjetival (S.adj), Sintagma Adverbial (S.Adv) y Sintagma Preposicional (SP). Hoy solo nos ocuparemos del primero, el Sintagma Nominal. Sobre los otros sintagmas y el tercer nivel de análisis, el sintáctico, quedan muchos post por venir y no hay, sobre todo por vuestra parte, prisa alguna.

En relación al análisis de un sintagma nominal, es necesario que interioricéis únicamente dos cuestiones importantes, en las que soléis fallar:

  • El núcleo de un SN SUELE ser un nombre o sustantivo, pero no es la única posibilidad: las cuatro palabras que pueden formar un SN son todas aquellas que pueden funcionar como un sustantivo. Siempre que veáis cualquiera de estas cuatro, automáticamente las analizaremos como núcleos de un SN. Las cuatro categorías que pueden formar SN son los SUSTANTIVOS, los PRONOMBRES, los ADJETIVOS SUSTANTIVADOS y los INFINITIVOS.

  • SN no significa Sujeto sintáctico. No son sinónimos. Los sujetos serán siempre Sintagmas Nominales, sí, pero no todos los SN funcionarán como Sujetos: por ejemplo, un SN puede funcionar como Complemento del Nombre o como Complemento Directo.

Dicho esto, su análisis es muy sencillo. Recordaré la pauta que siempre os machaco en clase para automatizar el proceso: cuánto más se compliquen los análisis, más necesario será tener una cierta soltura y práctica en estos pasos iniciales.

  1. Localización del núcleo. Si vemos un Sust., un Pron., un Adjetivo sustantivado o un Infinitivo, dibujaremos una línea vertical debajo y señalaremos N (por núcleo) y SN (Sintagma Nominal).

  2. ¿Está determinado? Buscaremos a la izquierda del núcleo algún DETERMINANTE, que como sabéis, especifican y cuantifican al núcleo. Al subrayar el determinante (eso es en el primer nivel, morfológico), no pondremos DETERMINANTE, sino el tipo de determinante del que hablamos. Tenemos que elegir entre:

    1. artículos

    2. demostrativos (de cercanía, media distancia o lejanía)

    3. posesivos

    4. numerales

    5. indefinidos

    6. interrogativos y exclamativos

Cuando sepamos de qué tipo es el determinante, lo subrayaremos y pondremos la correspondiente abreviatura debajo. Después, uniremos el determinante al núcleo, señalando en la flecha, esta vez sí, DET, por determinante.

  1. El tercer y último paso es ver si el núcleo del SN está calificado, es decir, si lleva algún Complemento del Nombre. Los dos CN más habituales son dos: los adjetivos (o participios, que no son sino verbos que funcionan como adjetivos), que pueden ir delante o detrás del núcleo; y los SP, normalmente con la preposición “de”. En ambos casos, cuando analicemos, los uniremos a la línea del núcleo indicando la función de CN encima de la flecha.


Uno de los pocos problemas que podéis se refiere a un CN un tanto especial: la APOSICIÓN. Se trata de un sintagma nominal que va entre comas, justo a la derecha del núcleo de otro SN, al que especifica o califica, es decir, para el que actúa como si fuera un adjetivo. Podemos verlo en el siguiente ejemplo:


Y eso es todo. Sabiendo realizar bien estos tres pasos (Núcleo, determinación y calificación), sabéis analizar bien un SN. No hace falta decir que el único imprescindible es el núcleo: un SN puede llevar determinantes, pero también no llevarlos; y puede llevar CN, igual que puede funcionar perfectamente sin ellos.



Respecto al libro del que he venido sacando los ejemplos, Los guardianes del oeste inicia la pentalogía – cinco libros – que continúa las Crónicas de Belgarath, también obra de David Eddings. Por tanto, quien quiera leer y disfrutar este libro, tiene que haber leído la saga de Belgarath; en las Crónicas de Mallorea encontramos la continuación a las aventuras que vivieron los protagonistas, y se responden algunos interrogantes que quedaban en el aire. Belgarion ha sido proclamado rey de Riva, Torak ha sido derrotado y la boda con la princesa imperial Ce'Nedra parecía el colofón a las aventuras de estos moradores del mundo creado por Eddings, pero no: numerosos peligros amenazan a los reinos del Oeste, desde la desquiciada guerra de exterminio entre angaraks que sostiene el terrible Zakath en Cthol Murgos al fanatismo del Culto del Oso, que insiste en imponer al dios de los Alorns a todo el Oeste. Además, los conflictos conyugales y la aparente imposibilidad de concebir un hijo de Ce'Nedra desquiciarán a Garion, sobrepasado por sus responsabilidades, tan alejadas de la vida que había imaginado como humilde granjero en Sendaria. Muy pronto, luctuosos sucesos que no quiero avanzaros volverán a poner a Garion y sus amigos en la senda de la Profecía, atrapados entre los dos Destinos que van hacia su encuentro final. A medida que avance la trama, reencontraremos a casi todos los personajes principales de Belgarath, y más adelante aún, ya en el segundo libro de las Crónicas de Mallorea, El rey de los murgos, se iniciará un viaje aún más largo que el que protagonizaron durante los primeros cinco libros de Eddings: en la frenética y angustiosa persecución de Zandramas, los protagonistas tendrán que recorrer los temibles países de Angarak, desde el profundo y misterioso sur de Cthol Murgos hasta la mismísima Mallorea. Una saga recomendable, de cuyos otros libros quizá os hable más adelante, que gustará a los que hayan disfrutado de Belgarath; si me hicieran decidir entre una y otra pentalogías, mis preferencias irían rápidamente con la primera, Crónicas de Belgarath, pero Mallorea no deja de ser recomendable: sin, quizá, el aire de inocencia e intriga que impregnaba Belgarath, en Mallorea se introducen personajes que solo aparecían en la primera saga brevemente esbozados, y cuyos retratos constituyen ahora la mejor novedad: el eunuco Sadi, Su Majestad Imperial Zakath, la reina Porenn de Drasnia, la bailarina Vella y muchos más. Además, la saga tiene el encanto de mostrarnos reinos, parajes y situaciones que solo se esbozaban como lejanísimos o legendarios en la primera pentalogía y que ahora recorren en la más decisiva de sus aventuras Garion y sus compañeros, guiados siempre por Belgarath el Hechicero.

Espero que alguien se anime alguna vez a disfrutar de cualquiera de estas dos sagas de fantasía épica y que el post os haya aclarado cualquier duda sobre este sencillo proceso, el análisis del SN, con el que sin duda os reencontraréis tras el verano. Un saludo a todos.

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