Minas Tirith: Ciudad de Reyes

sábado, 27 de noviembre de 2010

Recursos Literarios (Vol.1) con Las Dos Torres.

Reemprendemos en esta ocasión las entradas dedicadas a la obra de J.R.R. Tolkien, El Señor de los Anillos: en este caso, el segundo libro que compone la trilogía original, Las dos torres, nos servirá como base para el primero de una serie de posts dedicados a los Recursos Literarios. En cada uno de estos posts, a los que podréis acceder siempre fácilmente desde la nube de Tags, veremos CINCO recursos literarios. En este caso, empezaremos con la METÁFORA, la COMPARACIÓN, la HIPÉRBOLE, el HIPÉRBATON y la PARADOJA. Y, como os he dicho, emplearemos Las dos torres – cuya adaptación está considerada por casi todo el mundo la más flojita (o, mejor dicho, la menos excelente) de las tres películas de Peter Jackson – para ver ejemplos de estos recursos empleados en la creación literaria. Primero, hablemos un poco del libro.

Las dos torres tiene un inicio trepidante. Los lectores habían acabado La comunidad del anillo tras la traumática y climática disolución de la Comunidad y esperaban impacientes: ¿cuál había sido la suerte de Frodo y Sam?. ¿Y la de Pippin y Merry?. ¿Lograrían alcanzar a los uruk-hais los tres Compañeros, Aragorn, Gimli y Legolas?. El libro arranca con dos partes claramente diferenciadas: en el libro III (en La comunidad del Anillo leímos los libros I y II, por lo que Tolkien concebía El Señor de los Anillos como una obra completa, conjunta), el autor nos narra como Aragorn, Gimli y Legolas persiguen a los Orcos sin conocer el destino de los dos hobbits capturados. Agotados tras una extenuante marcha de días sin descansar, los tres amigos son interceptados en las llanuras por los jinetes de Rohan al mando del altivo Éomer, fugitivo de las injusticias de su senil Rey, su tío carnal. Los uruk hai han sido exterminados, les dicen los rohirrim, pero aun así los instintos de montaraz de Aragorn conducirán a los amigos a la oscura y densa inmensidad del Bosque de Fangorn. Tras múltiples aventuras, personajes legendarios como Bárbol, el malvado Saruman o el vil Lengua de Serpiente, empezaremos a entrever la grandeza futura de Aragorn y asistiremos a escenas impresas en los altares de este género para siempre. Hacia la mitad del volumen, Tolkien retrocede en el tiempo, en el libro IV, hasta el momento de la Disolución de la Comunidad, para ocuparse entonces de la huida de Frodo Bolsón y su fiel servidor Samsagaz Gamyi hacia Mordor, donde deben lanzar el Anillo al Monte del Destino. En el libro IV se cuentan las peripecias de los hobbits por los peligrosísimos parajes del Sur, que les llevarán a atravesar Gondor, contemplar las ruinas de Osgiliath, conocer a los nobles gondorianos, orgullosos y bravos aún en sus días de decadencia, acercarse a los muros negros de Mordor, dónde reina el Señor Oscuro y, sobre todo, encontrarse con el personaje llamado a cambiar la Historia de la Tierra Media: Gollum.

Con esto doy por presentado un libro al que merece muchísimo la pena acercarse, incluso si se ha visto la película, y casi con mayor motivo, por la curiosidad de ver bajo vuestro propio criterio la Obra que inspiró unas imágenes como estas: http://www.youtube.com/watch?v=5io7KeAbi0c

Ocúpemonos pues, de los cinco recursos literarios que vamos a ver en este post:

METÁFORA.

La metáfora consiste en referirse a un elemento empleando el nombre de otro, al que se le asignan las cualidades de aquel por alguna semejanza. No hay nexo alguno de conexión entre el término empleado (B) y su referente (A): la relación es inducida por el hablante por contexto.

En el maravilloso capítulo 6 del libro III (El Rey del Castillo de Oro), Gandalf discute furioso con el rey Théoden de Rohan en el salón del trono de Meduseld. Théoden es prisionero de los conjuros de Saruman el Blanco, y quién mueve los hilos auténticamente es el traicionero Gríma, apodado por todos Lengua de Serpiente. Su propio nombre es una metáfora. Se refieren a él, Gríma (A) sin emplear su nombre, usando sólo Lengua de Serpiente (B). No hay nexo de conexión, más que la semejanza (viscosidad, traicioneros, repelencia, peligrosidad) entre este personaje y las serpientes. Pues bien, Gandalf, para referirse a él, volverá a emplear de nuevo una metáfora:


En este mismo momento [Lengua de Serpiente] está jugando un juego peligroso y gana un lance. Ya me ha hecho perder horas de mi precioso tiempo. ¡Al suelo, víbora! -dijo de súbito con una voz terrible-. ¡Arrástrate sobre tu vientre! ¿Cuánto tiempo hace que te vendiste a Saruman? (III, capítulo 6: El Rey del Castillo de Oro)


Gandalf se refiere al personaje Gríma – el referente, A – llamándole “Víbora” - el término empleado, B – , es decir, sin nombrarlo. No le dice que sea “como una víbora”, sino que lo califica directamente como tal. Por contexto, los lectores interpretamos que Gríma merece por sus cualidades ese juicio de Gandalf que le “acerca” a las serpientes: venenoso, traicionero e insidioso. Tolkien ha puesto en boca de Gandalf, por tanto, una metáfora.

COMPARACIÓN

En este sencillo recurso literario, se establece la similitud entre los dos o más elementos comparados mediante algún conector. A es como B. El conector más habitual es “como”, aunque no sea el único. ¿No tiene misterio alguno, verdad? Busquemos algún ejemplo.


Hubo un silbido agudo. Un instante después, Gollum emergió de la oscuridad en cuatro patas, como un perro errabundo que acude a una llamada. (IV, capítulo 6: El estanque vedado).


El narrador compara en este caso el primer elemento es Gollum emergiendo de la oscuridad en esa posición y el segundo, el perro errabundo. Sin mayor misterio.

HIPÉRBOLE

La hipérbole es una Exageración retórica. El autor busca impactar, la sorpresa, a través de la exageración: obviamente, no hay que leerlo literalmente, sino de forma figurada. El ejemplo que os he encontrado es ideal: Sam y Frodo se encuentran escondidos cuando asisten a una incursión Haradrim, los terribles Hombres que luchan en las filas de Mordor. Entonces irrumpe una bestia inmensa que Sam contemplará fascinado y bautizará como “olifante”. Observad la Hipérbole que emplea Tolkien en la descripción de la bestia:


Asombrado y aterrorizado, pero con una felicidad que nunca olvidaría, Sam vio una mole enorme que irrumpía por entré los árboles y se precipitaba como una tromba pendiente abajo. Grande como una casa, mucho más grande que una casa le pareció, una montaña gris en movimiento. El miedo y el asombro quizá la agrandaban a los ojos del hobbit, pero el Mûmak de Harad era en verdad una bestia de vastas proporciones, y ninguna que se le parezca se pasea en estos tiempos por la Tierra Media.(IV, capítulo 4: Hierbas aromáticas y guiso de conejo)

HIPÉRBATON

El hipérbaton es la alteración del orden lógico o corriente de los elementos sintácticos: en castellano, eso se produce cuando rompemos el esquema habitual de SUJETO + VERBO + COMPLEMENTOS. El autor busca alejar su lengua, su expresión de lo “acostumbrado” o “habitual”. Veamos este ejemplo de hipérbaton en boca del rey Théoden.


-¡Extraños poderes tienen nuestros enemigos y extrañas debilidades! -dijo Théoden-. (III, capítulo 11: El Palantir)


Como veis, Tolkien no emplea el orden habitual (hubiera sido “nuestros enemigos tienen extraños poderes”) y ha optado por complemento+verbo+sujeto. Un ejemplo válido de hipérbaton en Las dos torres. Ya llegamos al final: un último recurso literario para concluir esta entrada.

PARADOJA

La paradoja es la contraposición, buscando efectos poéticos, de dos conceptos contrapuestos en alguna medida. El ejemplo por antonomasia es el “ardiente hielo”, donde se aúnan en una imagen conceptos radicalmente opuestos como el calor y el frío. Observad este ejemplo de recurso paradójico, el último de los extraídos de Las dos torres:

El tiempo apura - dijo Gandalf, y echando atrás la cabeza, emitió un largo silbido. Tan clara y tan penetrante era la nota que a los otros les sorprendió que saliera de aquellos viejos labios barbados. (III, capítulo 5: El caballero blanco)

En fin, espero que los ejemplos hayan resultado ilustradores, las explicaciones no os dejen duda alguna y que la lectura del post, para aquellos valientes que la hayan concluido, os haga disfrutar algún día de este libro extraordinario: Las dos torres de J. R.R. Tolkien. Salud, os veo en clase.

* * * * *

Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:

aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,

y defiendo tu vientre de pobre que me espera,

y defiendo tu hijo.


Miguel HERNÁNDEZ, “Canción del esposo soldado”, en Viento del pueblo. (1936-37)

30 octubre de 2010. Centenario del nacimiento de Miguel Hernández.


sábado, 20 de noviembre de 2010

Los adverbios, entre la Fundación y el Imperio

En este post hablaremos sobre Fundación e Imperio (Foundation and Empire, 1952), continuación a Fundación, de la que ya os hablé en una entrada anterior, segunda parte de la trilogía de la Fundación de Isaac Asimov. Ya en aquella ocasión os ensalcé las enormes virtudes de este escritor nacido en 1920 en la entonces Unión Soviética – hoy, Bielorrusia – y nacionalizado después estadounidense, una de las figuras canónicas y clásicas en todas las clasificaciones del género de la ciencia-ficción. En la ocasión de “Fundación, una Saga con mayúsculas” empleé ejemplos de toda la trilogía, pues yo la había conocido en un único volumen editado hace poco por DeBolsillo. En este post, por el contrario, emplearemos sólo el segundo de los libros que componen la trilogía, Fundación e Imperio, para aclarar el sencillo concepto que repasaremos: los adverbios.

Un breve recordatorio: hacia el final de Fundación se habían cumplido los doscientos primeros años del Plan Seldon. Las predicciones de la psicohistoria se habían cumplido, y los dirigentes de la Fundación, desde los tiempos del ya mítico y legendario Alcalde Salvor Hardin, se habían enfrentado con éxito a las sucesivas crisis Seldon. Habían conservado su independencia frente a la pujante Anacreonte; más aún, habían extendido sus tentáculos tecnológicos enmascarados bajo una pátina religiosa. Llegó el punto de reclamar su hegemonía y someter a los Cuatro Reinos. Y la expansión había continuado, esta vez no de la mano de Misioneros, sino de los curtidos y arriesgados Comerciantes, una suerte de exploradores, príncipes mercaderes, que recorrían la Galaxia abriendo rutas comerciales y extendiendo el poderío de la Fundación. El más grande de todos ellos, por supuesto, el gran Hober Mallow. Finalmente, incluso la poderosa República de Korell se sometió a los dictados de Términus. El camino hacia el Segundo Imperio previsto por Seldon continuaba expedito.


Arranca Fundación e Imperio, y ese va a ser precisamente el enfrentamiento en torno al cual se articulará la primera parte de este magnífico libro de Asimov: la emergente Fundación es una suerte de Roma tras completar la dominación de la península itálica y presta a enfrentarse a la decadente pero aún imbatida Cartago. En este caso, los restos del Imperio Galáctico son ese León, viejo y cansado, pero aún mortífero y aplastante en su superioridad militar, económica y logística. El peligro para la Fundación es doble, pues ocupa el trono en Trántor, la colosal capital Imperial, el que será último gran Emperador, Cleón II. Además, sirve a este gran monarca un joven y competente militar, Bel Riose, llamado también a ser el último de su estirpe: los grandes Generales Imperiales, servidores de la Nave y el Sol, emblema del Trono de Trántor.

El enfrentamiento entre la Fundación y el Imperio, acaudillado por el fogoso Riose, estaba previsto en el magno plan matemático de Hari Seldon como el momento de máxima tensión, en el que habría más posibilidades de fracaso: en caso de un fracaso de la Fundación, el Plan Seldon no llegaría a cumplirse, y la última esperanza de sobrevivir al Caos y la Anarquía que sobrevendrían a la inevitable caída de ese Imperio decadente se habría desvanecido. Por ello, Asimov nos sumerge en unos acontecimientos de los que depende el destino de la Humanidad, con ese estilo al que tantos reprochan su falta de “belleza” literaria, su nulo lirismo, y su poco o nulo interés por las descripciones de usos o costumbres que se aparten de la trama principal. Todo ello es cierto, pero sus virtudes son también muchas: personajes complejos y profundos, tramas planteadas de forma policíaca, resueltas tras momentos de enigmas, intrigas o probabilidades sugeridas. Me gusta mucho leer a Asimov, es comprensible y resulta cercano, transparente, y escribe con una sobriedad que le permite introducirnos en tramas complejas, donde a veces especula sobre futuras tecnologías o adelantos desde sus profundos conocimientos científicos, sin pecar nunca de denso, rebuscado o pedante.

El enfrentamiento entre la Fundación y el Imperio, cuya resolución conoceréis si os animáis a aventuraros en las páginas de la saga, es, os decía antes, uno de los dos principales ejes de Fundación e imperio. El segundo, que ocupa la segunda parte del libro, trata sobre el surgimiento del Mulo.

El Mulo es un personaje impagable. Aunque solo fuera por él, valdría la pena haberme leído la saga de la Fundación: afortunadamente, las virtudes de esta son muchas más, pero el Mulo es un personaje que no podré olvidar jamás. Además, os diré algo: esta segunda parte de Fundación e Imperio, la referida al Mulo, es una de las más brillantes y maravillosas obras de ciencia ficción que nunca he leído. Y, por lo que he leído navegando por la red o comentando con auténticos especialistas de Asimov – impagable el servicio de asesoramiento de los encargados de la librería Gigamesh para adentrarte en la saga, o para cualquier cosa relacionada con ciencia ficción y fantasía: no dejéis de visitarla, está en Arc de Triompf, línea 1 –, no soy el único que opina así. Una pieza maestra. Inigualable. Magistral. Tremenda. Trepidante. No quiero anticiparos nada sobre el argumento: detestaría destrozarle a alguien al que le apetezca – como siempre, ahora o en cualquier otro momento, más adelante en vuestras vidas – sumergirse en Fundación e Imperio las sorpresas que les depara. Sólo comentaros algo. Os envidio: podéis leerlo por primera vez, sorprenderos por primera vez. Sois afortunados. Aprovechadlo.

Veamos ahora el concepto que ocupa esta entrada: los adverbios.

Los adverbios son palabras invariables que funcionan como núcleos de sintagmas adverbiales. Puede funcionar como Complemento Verbal (uniéndose con alguna función sintáctica, como por ejemplo C.C.M., al Sintagma Verbal – Predicado –), como Complemento de un Adjetivo (C.Adj.), cuantificándolo (muy preciosa) o como Complemento de un Adverbio (C.Adv.) respecto a otro adverbio (muy extensamente).

Los adverbios no tienen demasiado misterio. En clase os aconsejo que cuando dudéis entre la naturaleza adverbial o adjetival de una palabra, cambiadla de género (de masculino a femenino, o viceversa) o de número (de singular a plural, o al revés): en caso de poder hacerlo, serán adjetivos, pues, recordad, los adverbios son invariables.

En ocasiones alguien dice en clase: “son adverbios todos los que acaban en -mente”. Cierto en parte. Primero, por que hay algunas palabras que acaban en -mente en castellano y no son para nada adverbios: mente, demente o formas verbales como comente. Así que, precaución: cualquier adjetivo al que añadamos el sufijo -mente será, eso sí, siempre un adverbio. Segundo, hay muchos, un montón de adverbios que no acaban en -mente. ¿Está claro? Bien, por cortesía de Wikipedia y su artículo dedicado a esta incomprendida categoría gramatical (“El adverbio), aquí tenemos una lista con los principales adverbios de la lengua castellana:

Lugar: aquí, allí, ahí, allá, arriba, abajo, cerca, lejos, delante, detrás, encima, debajo, enfrente, atrás, alrededor, etc.

Tiempo [absoluto]: pronto, tarde, temprano, todavía, aún, ya, ayer, hoy, mañana, siempre, nunca, jamás, próximamente, prontamente, anoche, enseguida, ahora, mientras.

Tiempo [relativo]: antes, después, posteriormente, primeramente, primero, respectivamente.

Modo: bien, mal, regular, despacio, deprisa, así, tal, como, aprisa, adrede, peor, mejor, todos los adjetivos seguidos de -mente.

Cantidad o grado: muy, poco, muy poco, cada vez mas, mucho, bastante, más, menos, algo, demasiado, casi, sólo, solamente, tan, tanto, todo, nada, aproximadamente.

Afirmación: sí, también, cierto, ciertamente, efectivamente, claro, exacto, verdaderamente.

Negación: no, jamás, nunca, tampoco, negativamente...

Dubitativos: quizá(s), acaso, probablemente, posiblemente, seguramente, tal vez.

Un concepto sencillo, ¿no?. Practiquemos con un fragmento elegido de Fundación e Imperio de Isaac Asimov. Buscad todos los adverbios que encontréis en esta escena entre el Emperador Cleón II y su primer ministro, el astuto Brodig. Hay ejemplos de adverbios de Modo, de Lugar, de Cantidad, de Tiempo, de Negación...


El Emperador musitó una maldición, mientras Brodrig esperaba obedientemente. Cleón II preguntó con mal humor:

-¿Cuántos están esperando fuera?

Movió la cabeza en dirección a la puerta. Brodrig contestó pacientemente:

-En el Gran Salón espera el número acostumbrado.


- ¡Pues que esperen! Asuntos de estado ocupan mi atención. Di al capitán de guardia que así lo anuncie. Pero... ¡no, espera!, olvida los asuntos de estado. Que anuncie solamente que no concedo audiencias, y que lo haga además con expresión entristecida. Los chacales que hay entre ellos pueden traicionarse. -El Emperador esbozó una malévola sonrisa.

-Corre la voz, señor -dijo Brodrig con suavidad-, que es vuestro corazón lo que os causa molestias.

La sonrisa del Emperador seguía siendo malévola.

- Perjudicará más a los otros que a mí mismo si alguien actúa prematuramente según este rumor.

ASIMOV, Isaac. Fundación e Imperio (1952). Traducción de Pilar Giralt. DeBolsillo, 2010.

Espero que sólo sean las primeras de las muchas líneas que disfrutaréis leyendo la segunda parte de la trilogía de la Fundación. Ciencia-ficción de la más grande que se ha escrito jamás. Nos vemos en clase.

* * * * *

Despiértate del todo, que te veo dormido,

un pedazo del pecho y otro de la cabeza:

que aún no te has despertado como despierta un toro

cuando se le acomete con traiciones lobunas.


(Miguel HERNÁNDEZ. “Llamo al toro de España, en El hombre acecha (1938-39).)

30 de octubre de 2010. Centenario del nacimiento de Miguel Hernández.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Los sintagmas preposicionales en La Comunidad del Anillo

Lo prometido es deuda, y tras aquel kilométrico post introductorio a toda la saga, iniciemos el primer post dedicado a repasar conceptos con El Señor de los Anillos. En este caso, más bien encaminado al repaso de nuestros compañeros de primer ciclo de la ESO, recordaremos como se analizan morfosintácticamente los SINTAGMAS PREPOSICIONALES. Lo ejemplificaremos con la primera parte de esta obra mítica y canónica, titulada La comunidad del anillo (The Fellowship Of The Ring, 1954).

Empecemos pues, con los sintagmas preposicionales. Morfológicamente, sencillos: se forman con una preposición y un Sintagma Nominal (SN). Al análisis de los sintagmas nominales dedicamos ya un post anterior, así que sólo queda afianzar qué es una preposición.

Las preposiciones son unas palabras invariables – las que forman aquella inevitable e inmutable lista que ahora recordaremos – que, como nos dice su nombre, están “ante” un sintagma nominal: en una pre-posición, es decir, antes de aquel al que acompañan. En este caso, de su unión con un sintagma nominal (que en castellano, para entendernos, siempre estará a la derecha de la preposición) surgirá un Sintagma Preposicional (SP).

La lista de preposiciones oficial que sanciona la Real Academia Española es la siguiente: difiere un poco de la que todos – me incluyo – habíamos aprendido, así que mirémosla con atención.

A – ANTE – BAJO – CON – CONTRA – DE – DESDE – DURANTE – EN – ENTRE – HACIA – HASTA – MEDIANTE – PARA – POR – PRO – SEGÚN – SIN – SOBRE – TRAS – VÍA.

Veintiuna preposiciones para la lengua castellana actual. De la lista que, a fuerza de cadenciosa repetición, aprendimos muchos de nosotros, a esta, la oficial y actual, hay algunos cambios que paso a comentaros: han desaparecido las preposiciones CABE y SO. La Real Academia las considera arcaicas y en desuso; aún son correctas (cabe significa “junto a” y so se limita a frases ya lexicalizadas y fijas como so pena o so pretexto), pero no se emplean en la lengua diaria y, por tanto, dejaremos de enseñaróslas. Alguno también notará que he puesto en cursiva algunas, para llamaros la atención especialmente sobre ellas. DURANTE Y MEDIANTE, porque fueron situadas durante muchos años al final de la lista, y el colocarlas ahora en correcto orden alfabético pueden descolocar a alguien; y sobre PRO y VÍA, se implantan con fuerza y la R.A.E. ha terminado incluyéndolas: PRO significa “a favor de”, (Las declaraciones de Boromir eran pro-Gondor (a favor de Gondor)), y VÍA se emplea como “a través de” en los desplazamientos: “La Comunidad viajó de Rivendel a Lothlórien vía Moria (a través de Moria).”

Dicho esto, veamos como se analizan. Nada más sencillo. Según nuestro acostumbrado esquema de análisis sintáctico en “árbol”, compartido con las compañeras de lengua catalana, actuaremos así:

I – Identificaremos la categoría gramatical de todas las palabras.

II – En caso de encontrar una preposición, buscaremos y analizaremos en primer lugar el Sintagma Nominal que debe haber a su derecha.


III – Relacionaremos la Preposición y el Sintagma Nominal, y señalaremos el nuevo Sintagma Preposicional que ha surgido. Hemos concluido el análisis morfológico.

IV – Ese sintagma SP tendrá después alguna función sintáctica, que señalaremos más adelante, en el análisis sintáctico. (Por ejemplo, Complemento del Nombre, Complementos de Régimen Verbal, Circunstanciales, Complementos Directos de persona, etc.)

¿Ningún problema, no? Sólo queda practicar este sencillo método de análisis. Intentaré encontrar un ejemplo de cada preposición entre las páginas de La comunidad del Anillo, la primera parte de El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien. Quien lo necesite, que practique. Y a todos, que os sirva como invitación a acercaros a la obra completa. Un abrazo a todos.


  • A: Ese día le tocaba a Sam hacer la primera guardia, pero Aragorn se le unió. (II, capítulo 3: El anillo va hacia el Sur)
  • ANTE: […] como gentes que habiendo golpeado una puerta para pedir un poco de agua, se encuentran de pronto ante una reina élfica, joven y hermosa, vestida con flores frescas. (I, capítulo 7: En casa de Tom Bombadil)
  • BAJO: La noche huyó bajo la Noche, ¡y el Portal está abierto!. (I, capítulo 8: Niebla en las Quebradas de los Túmulos)

  • CON: Doblaron por el sendero de Balsadera, que era recto y bien cuidado, bordeado con grandes piedras blanqueadas a la cal.(I, capítulo 5: Conspiración desenmascarada)

  • CONTRA: Apoyaron los bultos contra el terraplén y extendieron las piernas sobre el camino. (I, capítulo 3: Tres es compañía)

  • DE: Pusieron una guardia, pero no oyeron ningún ruido ni vieron ninguna señal de los enemigos.(II, capítulo 10: La disolución de la Comunidad)

  • DESDE: -¿Pero seguramente usted no lo enviará solo, señor? -gritó Sam, que ya no pudo seguir conteniéndose y saltó desde el rincón donde había estado sentado en el suelo. (II, capítulo 2: El concilio de Elrond)

  • DURANTE: Aquellos que no quieren ir más adelante pueden permanecer aquí, durante un tiempo.(II, capítulo 8: Adiós a Lorien)

  • EN: Sam estaba sentado en la hierba, cerca del linde del bosque. (I, capítulo 4: Un atajo hacia los hongos)

  • ENTRE: Como algunos de vosotros lo sabéis bien, ningún viajero con equipaje puede cruzarlo entre Lórien y Gondor, excepto en bote. (II, capítulo 7: El espejo de Galadriel)

  • HACIA: Los Elfos no tardaron en bajar por el camino, hacia el valle. (I, capítulo 3: Tres es compañía).

  • HASTA : hasta los más sordos y los más sedentarios [hobbits] comenzaron a oír cuentos extraños. (I, capítulo 2: La sombra del pasado)

  • MEDIANTE: sin ejemplos, uno sería: Gandalf se impuso en el Concilio mediante la astucia.

  • PARA: Como si esto no fuera suficiente para darle fama, el prolongado vigor del señor Bolsón era la maravilla de la Comarca.(I, capítulo 1: Una reunión muy esperada)

  • POR: Al fin Frodo supo por Sam que no habían visto otra cosa que unas formas confusas y sombrías que venían hacia ellos. (I, capítulo 12: Huyendo hacia el vado)

  • PRO: tampoco he encontrado ejemplos. El que ya os he comentado servirá: Las declaraciones de Boromir eran pro-Gondor.

  • SEGÚN: Pero a cada uno según su especie. Los hombres de corazón leal no serán corrompidos. (II, capítulo 10: La disolución de la Comunidad)

  • SIN: Algunos, sin duda, no eran sino vagabundos, siempre dispuestos a cavar un agujero en cualquier barranca y quedarse allí mientras se sintieran cómodos.(I, capítulo 9: Bajo la enseña del Poney Pisador)

  • SOBRE: El aire de Acebeda tiene algo de sano. Muchos males han de caer sobre un país para que olvide del todo a los Elfos, si alguna vez vivieron ahí. (II, capítulo 3: El anillo va hacia el Sur)

  • TRAS: -¡Gracias! -dijeron los hobbits, uno tras otro. (I, capítulo 6: El bosque viejo)

  • VÍA: la tercera que no he encontrado. De nuevo os remito a mi ejemplo: La Comunidad viajó de Rivendel a Lothlórien vía Moria.

    * * * * * * *

    Quise ser... ¿Para qué?... Quise llegar gozoso

    al centro de la esfera de todo lo que existe.

    Quise llevar la risa como lo más hermoso.

    He muerto sonriendo serenamente triste.


    (Miguel HERNÁNDEZ. “El niño de la noche, en Poemas últimos (1940-41).)

    30 de octubre de 2010. Centenario del nacimiento de Miguel Hernández.

martes, 9 de noviembre de 2010

Umbral de entrada a la Madre de Todas las Sagas: El Señor de los Anillos.

Noviembre, castañas, arrecia el frío, el maldito cambio de hora, puentes para recargar pilas. El momento propicio para asomarnos a un tótem inigualable de la literatura fantástica: El Señor de los Anillos de J.R.R.Tolkien. Durante este post no trataremos, excepcionalmente, ningún concepto de clase: no es más que un largo alegato en favor de que leáis El Señor de los Anillos. Si no os interesa, excusados quedáis, nos veremos, quizá, en algún otro post. Si os interesa algo sobre el libro que lo empezó todo, seguidme.

Dejadme haceros notar algo: muchos de vosotros, y aún más de vuestros compañeros que nunca leerán esto, conocéis casi a la perfección el universo creado por ese escritor incomparable y visionario que fue John Ronald Reuel Tolkien. Algunos podríais hablar de los Uruk-hai, sabrián deciros a los que no que esos temibles Orcos mestizos sirven a Saruman el Blanco, y reconocerán a Sauron como el Amo de la Torre de Barad-dûr, o incluso que la espada de Aragorn se llama Andúril. Tantas magníficas historias. Gandalf a lomos de Sombragris, desafiante, entre las puertas destrozadas de Minas Tirith, solo ante el Señor de los Nazgûl. La amistad que une a Gimli, el bravo y gruñón Enano con Legolas, el elegante y altivo Elfo, a pesar del rencor de muchos siglos que separa a sus dos pueblos. Los banquetes de esos insaciables y joviales hobbits entre las ruinas de Orthanc. El amor trágico entre la Princesa élfica Arwen, la más bella de entre los suyos e hija de Elrond, y el montaraz Aragorn, por cuyas venas, sin embargo, fluye sangre de Reyes. Muchas de esas historias y aún más os son familiares, os decía, pero para mi desgracia, muy pocos de vosotros habéis llegado a ellas a través de la lectura, y sí, en cambio, a través de películas y consolas u ordenadores. Que no suene a reprimenda. Nunca me oiréis una mala palabra contra las magníficas y maravillosas adaptaciones de El Señor de los Anillos. Las películas fueron un hito en la vida de todos cuantos amamos esta obra, pues, en primer lugar, por encima de superproducciones de Hollywood – que lo fueron –, fueron la obra de admiradores, de fanáticos, de gente que había leído y disfrutado a Tolkien. Peter Jackson (http://es.wikipedia.org/wiki/Peter_Jackson o página oficial en el Imdb, en inglés, http://www.imdb.com/name/nm0001392/ ) merece todo nuestro agradecimiento. Igual que lo merecen los staffs de esas películas tan tremendas o de los videojuegos inspirados en la obra, muchos de ellos de tremenda calidad, y que yo he gozado tanto o más que vosotros. Echad un vistazo a los hitos históricos entre los juegos inspirados en la saga: yo destaco los de Electronic Arts en Playstation2, el gran simulador La batalla por la Tierra Media, o los ultimísimos Conquest, que exprime el potencial de vuestras flamantes Play3, o el prometedor War In The North, con el que pretenden plantar cara a World of Warcraft: la página es muy interesante, con muchas capturas de pantalla. Y sobre la película, los tres trailers de unas obras que asombraron al mundo entre los años 2001 y 2003:






Con todo, si realmente os gustaron esas películas y disfrutasteis esos videojuegos, quería deciros que con los libros disfrutaríais tanto o más. Y ese y no otro es el humilde objetivo de esta entrada: invitaros a leer El Señor de los Anillos. Os resultaría más costoso, cierto, pero tras la perseverancia veríais que no hay película que pueda aportaros tantos detalles como un libro. Sería materialmente imposible. Ni aunque durara treinta horas. Además, leyendo tú eres el que interpreta, el que completa, el que se lo imagina. Tu lectura, la forma en que imagines una escena, puede diferir de la mía, y será perfectamente válida. Será TU Señor de los Anillos.

Ah, y si las chicas pretendéis escupirme por mi falta de sensibilidad para elegir libros, os diré que en los libros de Tolkien recuerdo, a bote pronto, tres historias de amor profundas, trágicas, apasionadas y no siempre de feliz final: la de la “Princesa rica y elfa” - Tolkien sólo se inventó lo de elfa; además de británico y genial, no pretenderéis que fuera tan original – con el “humano pobre pero que al final será Rey pero aún no se sabe”, es decir, Arwen – sí, en las pelis era la Liz Taylor, esa misma – con Aragorn, asociado por los siglos de los siglos a la alatristesca y noble figura del gran Viggo Mortenssen; la de los dos depresivos que han salido hechos picadillo de otras relaciones – no sé, esto me recuerda a cierto hombre lobo XD – y que encontrarán consuelo mutuo, el noble y buen Faramir – una amiga mía lo definió como el gondoriano “achuchable y majo”, frente al modelo “macarra y pendenciero” que representa su hermano Boromir – y la gélida, nórdica y muy rubia Éowyn. La Dama de Rohan, tierra de jinetes, abiertamente enamorada de Aragorn, que, como os he dicho, ama a Arwen. ¿Esos triángulos o cómo se llamen no os gustan?. Por último, una muestra de amor platónico, amor puro y sin contaminar por perversión alguna de la carne. Menos risas. Me refiero al flechazo descomunal e irremediable que sufre el bravo e hiperbarbudo Enano Gimli ante la Dama de Lothlórien, la Reina Élfica Galadriel, interpretada de forma inolvidable en la trilogía por Cate Blanchett . Tres historias de Amor, con mayúsculas. Cierto, en extensión no le dedica lo que, por poner ejemplo, mi amada “crepusculera” le habría dedicado. Una treintena de páginas contra cinco tochos, estimándolo por encima. Pero, imitando a las meigas, sobre el Amor en estos libros, haberlo, haylo. Y, ahora más en serio, la literatura no tiene género: vosotras podéis disfrutar estos libros tanto como cualquiera de nosotros. Y si hay alguien que haya frecuentado en algún medio – blogs, chats, comunidades, salones del cómic o el manga, quedadas para ver estrenos, etc. - a los adictos a las obras de Tolkien, sabrá que no es para nada infrecuente encontrarse a chicas entre ellos. Y que se hayan leído, con atención y por iniciativa propia y para propio gozo los libros de Tolkien, no sólo los originales de El Señor de los Anillos, sino muchos otros como El hobbit, el dificilísimo El Silmarilion, obras poéticas o de análisis, incluso, y estudios sobre el universo creado por este escritor inglés, uno de los padres indiscutibles del género de la fantasía épica. Y eso es algo a lo que no siempre alcanzan sus compañeros “fans” - disculpadme el anglicismo, pero aficionados me suena taaaan... ¿futbolero? - chicos que, muchas veces, no dejan de ser eso, chicos, y encaran con más pereza e inconstancia que ellas libros de más de 400 páginas cada uno. En fin, quiero deciros con esto que, independientemente de si se es chico o chica, El Señor de los Anillos es una obra magnífica y totalmente recomedable.


Unas palabras sobre el inicio de todo ello: las novelas de Tolkien, la propia trilogía de El señor de los anillos. Esta obra supuso un hito en la literatura anglosajona del siglo XX: empezó con inesperada popularidad, vendiendo ininterrumpidamente decenas de miles de ejemplares cada año; posteriormente, adquirió tintes globales, como obra de culto, y, finalmente, ya en los 90, explotó para el gran público con la publicidad inigualable que le concedió la excelente trilogía de películas de Peter Jackson. La primera parte de la trilogía, titulada La Comunidad del Anillo (The Fellowship Of The Ring), fue publicada por la editorial George Allen & Unwin en 1955. Era la segunda obra de aquel profesor universitario de anglosajón en Oxford, el excéntrico J.R.R. Tolkien, que ya casi había enterrado su prestigio académico tras publicar El hobbit, precuela a esta obra magna que ahora veía la luz. Si frente a El hobbit se habló de “excentricidad” o “rareza”, los calificativos fueron muchísimo más duros cuando El Señor de los Anillos fue publicado. Infantilismo, mamarrachada, cuentos juveniles para mentes atrofiadas. La crítica habló de “evasión cobarde” en un momento histórico – la Guerra Fría, los bloques capitalista y comunista a punto de lanzarse a la guerra nuclear – que, según creían, exigía una literatura seria y comprometida. No relatos infantiles de Buenos contra Malos y Magos y Elfos. A Tolkien lo machacó la crítica. Respecto a sus enemigos en la Universidad, se habló directamente de “locura” o “devaneos con las drogas, alucinaciones provocadas por opiáceos”, a los que, especulaban, el viejo profesor se habría hecho adicto tras sus heridas de guerra. Como veis, malhablados y murmuradores los hubo y habrá en la elitista Oxford, igual que en nuestro humilde Hospitalet.

A pesar de los vapuleos, ¿imagináis que pasó?. El libro gustó. Se vendió mucho, y funcionó el fenómeno “boca-a-boca”. Es increíble, y vosotros, en una época de inmediatez al segundo con Twitters, largos posts en blogs – menos risas – o actualizaciones de Facebooks o Tuentis, no podréis ya ni imaginarlo, pero fue literalmente así. Artesanal. Boca-a-boca. Alguien que se lo leyó. Le gustó. Se lo dijo a un amigo. Este le hizo caso y lo leyó. Se fue extendiendo. Alguien escribiría a favor. El entusiasmo creció. Los ejemplares volaban de las bibliotecas en cuánto eran devueltos. De repente las librerías se dieron cuenta que aquel libro salía muy bien y pidieron más “stocks” a los atónitos Allen & Unwin. Y, probablemente, al que más sorprendió este éxito fue al propio Tolkien. El Señor de los Anillos creó aficionados. Gente que disfrutó con esa fábula, con ese mundo increíble e irreal que es la Tierra Media. Hubo lecturas atentas dónde antes sólo había habido insultos, y ahora se acusó a Tolkien de fascista y racista: en Gondor son rubios y blancos, y los “perversos y cobardes” servidores de Sauron son negros y barbudos, del Sur. Nada detuvo las ventas. Tras los admiradores, llegaron los fanáticos, y, opuestos a estos, los combativos detractores. El libro se convirtió en un fenómeno. Se publicaron apéndices. Nuevos libros inspirados en la Tierra Media. Hubo fans, en la época previa a la red, comunicándose artesanalmente, mediante cartas o fanzines artesanales (fotocopiados y grapados). Años más tarde, un testarudo y apasionado joven director neozelandés batalló y planeó durante años la realización de un sueño titánico y descomunal: llevar El Señor de los Anillos al Séptimo Arte, adaptarla al cine. El resultado de su esfuerzo es bien conocido. Una de las sagas más populares de la historia, tres películas excepcionales que son fieles al espíritu del autor y un ejercicio ejemplar de plasmación en la pantalla de un mundo fantástico descrito literariamente. Eso, además de la felicidad de un inmenso número de personas, miles de millones de euros de beneficios y un escalofriante total de 17 premios Oscar. Ahí es nada.

No dejéis de animaros, ahora o en cualquier momento de vuestras vidas, a leer esta obra. Hay tantas cosas que no aparecen en los libros, o que no podréis soñar ni “ver” jamás con un mando de Play3 o XBOX en las manos. La labor de ilustradores o comunidades impresionantes – en esta bitácora sólo os enlazo algunas, pero hay miles en castellano, y aún debe ser más descomunal la comunidad en inglés – apoya nuestro “primer paso” en este universo fantástico, y lo maquilla tan bien que en ocasiones lo conocemos y disfrutamos sin habernos planteado nunca que podemos dar ese “primer paso”: leer las obras. La comunidad del anillo. Las dos torres. El retorno del Rey. Publicadas en castellano por la editorial Minotauro, que nos descubrió a los lectores en castellano esta obra impagable allá por 1977. El hispanoargentino Francisco Purrúa había fundado la editorial Minotauro en Argentina, pero se trasladó aquí, a España. En el año 77 publicó El Señor de los Anillos en castellano: había comprado sus derechos por 1.500 dólares. Lo tradujo él mismo, y firmó esa traducción con su pseudónimo: Luis Domènech. Hoy, se han vendido millones de ejemplares de la obra. Un buen negocio, ¿no os parece?.


En fin, concluyo este post tan atípico, que no ha repasado ningún concepto en particular y que no es más que una invitación a un mundo, la Tierra Media, clave en mi pasión y gusto por la fantasía épica. Dista mucho de ser perfecto, pero tiene enormes virtudes. Generaciones de nosotros lo hemos disfrutado y leído con entusiasmo durante décadas, y lo seguiremos haciendo. Si deseáis uniros a nosotros, sed bienvenidos. Os dejo un ejemplo de lo que puede hacer la pasión por una obra como ésta:

En 2009 un grupo de fanáticos de las historias de Tolkien realizó un cortometraje de cuarenta minutos titulado The Hunt for Gollum. El corto se basa en el tiempo en que Aragorn busca a Gollum bajo encargo de Gandalf, con elementos de los apéndices de la novela. Es una realización sin autorización y sin afiliación alguna, hecha con el único propósito de la diversión, según afirma su guionista y director Chris Bouchard. Contó con un presupuesto de menos de tres mil libras esterlinas (menos de 5000 euros o un millón de las antiguas pesetas) y la mayor parte de los participantes trabajaron ad honorem. (*sin cobrar salario) Se estrenó el 3 de mayo de 2009 y se encuentra disponible para verla por Internet de forma gratuita.” Pinchad en este enlace: http://www.thehuntforgollum.com/

(Del artículo “El señor de los Anillos”, Wikipedia)

El próximo post versará específicamente sobre La comunidad del Anillo, y usará el esquema habitual de tratar temas de clase. Y, sin duda, no tendrá esta monstruosa extensión. Un abrazo, hasta la próxima.

* * * * *

Para el hijo será la paz que estoy forjando.

Y al fin en un océano de irremediables huesos

tu corazón y el mío naufragarán, quedando

una mujer y un hombre gastados por los besos.


Miguel HERNÁNDEZ, “Canción del esposo”, en Viento del pueblo (1936-37).

30 octubre de 2010. Centenario del nacimiento de Miguel Hernández.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Ejemplificando los Mapas conceptuales con Asimov



Este pretende ser un post transversal: es decir, intentaremos abarcar varios campos, en vez del acostumbrado esquema de concepto de clase – libro de fantasía o ciencia ficción. Espero que podáis encontrarle utilidad. Su objetivo principal es daros a conocer una sencilla y gratuita herramienta digital para realizar MAPAS CONCEPTUALES. Como sabéis, en cada curso de Secundaria nos fijamos con atención en diversas técnicas de estudio y estrategias de aprendizaje: este es el más importante ejemplo de transversalidad. Esto no os servirá sólo para lengua castellana y literatura, sino que también para ciencias sociales, naturales, matemáticas, llengua catalana o cualquiera otra de las áreas que impartimos. La herramienta es un programa informático llamado Cmaptools, que conocí el curso pasado durante un curso de formación permanente; me pareció interesante, y me gustaría hablaros de ello por si alguien más lo considera tan útil como me resultó a mí.

La herramienta es gratuita, accesible para todo el mundo desde Internet y sencillísima de usar. Si queréis descargarla, simplemente rellenad vuestros datos y apretad SUBMIT en esta página. Además, pensé en realizar un tutorial para orientaros en su uso (sólo los primeros pasos, pues el manejo se “pilla” muy fácilmente y no os llevaría más de una o dos horas acostumbraros a su interfaz), pero luego vi que era excesivo para mí, sobre todo cuando en la red abundan muchos, algunos de ellos mejores de lo que yo podría llegar a hacer jamás. Así que os dejo aquí el enlace a un extraordinario tutorial realizado por la web Eduteka.org, un portal educativo colombiano sin ánimo de lucro que contribuye extraordinariamente a la educación desde las T.I.C. Si queréis acceder al Tutorial para emplear Cmaptools, hacedlo aquí.


¿En qué consiste? Es un sencillo programa desarrollado por una universidad estadounidense (el IHMC de la West Florida University) y os permitirá realizar mapas conceptuales de una forma sencillísima. Permite crear conceptos, relaciones, enlaces causa-efecto, diagramas en llaves, conjuntos de conceptos. Me diréis: eso también se puede hacer con un boli y un papel. Añadidle ahora todas las funcionalidades de la informática, accesibles desde un menú muy simple: formas, colores, formato de letras, mover, copiar, equivocarse, corregir, ampliar; además, interactividad total: en vuestros mapas conceptuales podrán entrar fotos, documentos externos – hojas de cálculo, textos, presentaciones, vídeos, sonidos, etc. - o links a Internet. Para trabajar con Cmaptools no hay más que descárgarselo; una vez instalado en el ordenador – no ocupa ni el 5% del más miserable y simplón de vuestros juegos, y podría moverlo el ordenador de Octavio Augusto – podéis trabajar y guardar vuestros mapas conceptuales en vuestro equipo o en el servidor común de Cmaptools, poniendo – siempre si lo deseáis, y en caso de que lo hicierais siendo menores, que lo supieran vuestros padres o tutores – vuestras creaciones al alcance de la comunidad global. Todo el proyecto se inspira en las licencias Creative Commons y el intercambio libre: la información (como el tutorial que os he enseñado, el propio programa o los mapas conceptuales que yo he desarrollado empleándolo) se ofrece de forma gratuita para su distribución libre, siempre sin ánimo de lucro – es decir, no se se espera obtener beneficio alguno, pero no queremos que nadie “venda” nuestra obra – y reconociendo en todo caso la autoría. Estamos cambiando el mundo. Además de puerta para innumerables vicios y desmanes, y de sede de múltiples peligros, Internet también ha cambiado la creación y la divulgación de la cultura y el conocimiento para siempre. Aprovechad las infinitas opciones que se os ofrecen.

Bien, volviendo a los mapas conceptuales: es una estrategia de estudio útil. Ejercita el impacto visual, y apoya vuestra propia construcción del conocimiento. En vez de estudiaros un tocho que no entendéis, realizando el mapa conceptual primero tienes que “entender” lo que te han explicado. Después “seleccionarás” lo más importante o relevante. Tras esa jerarquización se establecerán las relaciones: causa, efecto. Enumeraciones. Cronologías. Todo lo que pueda sintetizar una explicación y simplificar la base que debéis interiorizar. Si además podemos aumentar el impacto visual, aún mejor. La realización de mapas conceptuales, además de los resúmenes, subrayados y demás técnicas de estudio, es imprescindible si queréis avanzar académicamente. Practicad. Y si consideráis el Cmaptools engorroso, o difícil, o simplemente inútil, olvidadlo... pero no la técnica de los mapas conceptuales. Eso sí que es inexcusable. Observad el ejemplo más sencillo que he googleado hace un rato:

Bueno, para acabar, y como engarce con el sentido general del blog, os mostraré dos ejemplos de mapas conceptuales que he hecho empleando el Cmaptools. El primero es uno muy simple, más una línea cronológica que no un mapa conceptual: es el orden de lectura recomendado para las obras de Isaac Asimov. Asimov redactó un texto de tres páginas en 1988 para “ordenar” todas sus obras de ciencia ficción. Leí ese texto, extraje el orden de los títulos, los agrupé en sagas, y los ordené en mi mapa conceptual para que un simple vistazo (de izquierda a derecha) permitiera ver el “concepto”: en qué orden se leen esos libros. Sirve solo como ejemplo de las utilidades y posibilidades visuales y esquemáticas del programa. Realizarlo no me llevó más de media hora, y debéis reconocer que visualmente, no carece de atractivo.

Primer mapa conceptual: Orden de lectura de Asimov

El segundo Cmap que os he colgado es uno más desarrollado, con más conceptos, proposiciones y relaciones: se trata de una explicación completa de la Familia Indoeuropea. Antes de empezar a chillarme, recordad que es un mapa conceptual concebido para alumnos de Bachillerato y que simplemente quiere ejemplificaros algunas de las cosas que se pueden hacer con este programa gratuito. Como veis hay mucha explicación, textos y conceptos: pero os garantizo que el libro de texto de dónde saqué la teoría era aún más largo, engorroso y difícil de estudiar. Con el mapa (que, como podéis ver, se puede exportar como imagen, .pdf, ajustar el tamaño para que no salga tan mastodóntico, imprimir, etc.) facilitamos significativamente estudiar este concepto: la familia lingüística indoeuropea. Quizá me quedó demasiado chillón: pensad que yo mismo estaba aprendiendo a emplearlo en aquella época.

Segundo mapa conceptual: La familia indoeuropea.

Animaos a conocer este programa, y practicad en cualquier caso los Mapas conceptuales, en mi asignatura o en cualquier otra, ya mejor que más tarde.. Espero que os haya sido útil, pasad buen fin de semana, nos vemos en clase.

* * * * *

Frontera de lo puro, flor y fría.

Tu blancor de seis filos, complemento,

en el principal mundo, de tu aliento,

en un mundo resume un mediodía.

(Miguel HERNÁNDEZ. “Azahar”, en Perito en lunas (1933).)

30 de octubre de 2010. Centenario del nacimiento de Miguel Hernández.



martes, 2 de noviembre de 2010

Un Premio Cervantes "chico", pero matón.

Según me hace notar Esther, autora del maravilloso Sapere Aude y profesora de Secundaria en Caspe (Zaragoza), el pasado 19 de octubre se entregó el XV Premio Cervantes Chico. Este premio, del que hasta ahora reconozco no había tenido noticia, es el máximo galardón a la obra de un autor de literatura infantil y juvenil en lengua castellana. Es, por tanto, el equivalente de su “hermano mayor”, el Cervantes, dedicado a los escritores que dedican sus obras, esfuerzo, ideas, trabajo e ilusiones al fomento de la lectura entre los más jóvenes. Me complace por tanto hablar desde aquí de este Premio, tanto más cuando conozco una obra del autor que lo ha recibido, y a la que
dedicaré esta entrada. El ganador del Premio Cervantes Chico ha sido el escritor aragonés Fernando Lalana, y el libro del que os voy a hablar se titula Silvia y la máquina Qué, escrita por Lalana en colaboración con otro autor, José María Almárcegui.

Antes que nada, una justificación sobre el encaje de una obra como ésta en un blog como el mío: os diré que no puede ser más apropiado. Silvia y la máquina Qué es un libro precioso que retrata un ambiente rural en una ficticia localidad de los Pirineos, pero durante su trama se verán elementos que pueden encajarse perfectamente en el género de la ciencia ficción. No a niveles de futuros lejanos, inmensos avances tecnológicos y colonizaciones espaciales; pero sí surgen en sus páginas máquinas inteligentes, Factorías que se asemejan a seres vivos, y fábulas que no desmerecen una lectura en clave ecologista pese haber sido concebidas hace ya veinte años, cuando el respeto al medio ambiente y la voracidad del desarrollo industrial no eran temas tan cool como lo son ahora.

Dicho esto, sólo deciros que me regalaron este libro cuando iba a 2º o 3º de E.S.O., no recuerdo. Debió ser a los catorce años, más o menos. Ya entonces era “curioso” – aunque con menos barba -, y me leí la obra de Lalana y Almárcegui, disfrutándola enormemente. Era totalmente distinto a todo cuánto yo estaba acostumbrado a leer. No había guerreros, ni magos legendarios, ni cosmonautas ni malévolos asesinos. Los protagonistas eran una cría de nuestra edad, Silvia, jovial y llena de vitalidad, siempre sonriente y contenta, y sus seis abuelos – sí, yo también me pregunté como podía alguien tener seis abuelos... -, unos vejestorios – dicho con todo el cariño – achacosos, cascarrabias, pobres, apegados a sus casas de un pueblo diminuto y casi deshabitado en los Pirineos de los años cincuenta, creo recordar. La trama es enganchante, el ritmo ágil, las secuencias – como capitulillos – breves, por lo que no os desaniman, y sin embargo consiguen engancharte queriendo saber siempre como continúan las aventuras. Los personajes son muy pintorescos. Recuerdo con especial cariño al abuelo Prudencio, una especie de “genio” frustrado autodidacta, remedo entre el profesor Frink y Aristóteles a lo aragonés, o al malo, del que no retengo, lástima, el nombre – el libro del que os hablo está en mi casa en Menorca, intentaré traérmelo a Barcelona el próximo viaje –, pero del que recuerdo una versión regordeta y bajita del señor Burns (no os metáis conmigo, Los Simpson han marcado mi percepción de las cosas para siempre). Y bueno, muchos más, como los ingenieros Davidson y Prokofiev, o un fantasma brutal, desternillante, y eternamente avariento y codicioso, pero a esos y a tantos otros tendréis que conocerlos vosotros. No os decepcionará.

Una pincelada sobre el argumento: Silvia es una chica feliz que vive, como os he dicho, en un diminuto pueblo rural de los Pirineos llamado Arás (un pueblo inventado por los autores, aunque el entorno sea perfectamente reconocible) junto a sus seis abuelos. Arás tuvo un período de esplendor durante los años de la Primera Guerra Mundial cuando una fábrica suiza de sopa concentrada – se nos presentan como los competidores de Maggi – se instaló en los virginales y frondosos bosques del norte de Arás. El progreso tecnológico destrozó en pocos años el valle, contaminando, consumiendo toneladas de madera, segando la vida de miles de árboles, perturbando el ecosistema de miles de animales... pero llenó el bolsillo de los habitantes de Arás. Unos años después, sin explicación alguna, los suizos abandonaron la fábrica y dejaron el valle para siempre, arruinando para siempre a la comarca y dejando el medio ambiente lamiéndose las heridas. Desde entonces habían pasado cuarenta años, y sólo los seis abuelos de Silvia y ella misma resistían allí: todos los demás habían abandonado el mísero pueblo y habían emigrado a la – pequeña – ciudad, Santa Tecla, o más allá. Los abuelos obtienen el dinero para sobrevivir empeñando cosas, es decir, cambiando cosas por dinero, el equivalente de la época al Cash converters, que os sonará más. El caso es que cada trimestre le toca a uno desprenderse de algún viejo recuerdo o resto de las riquezas acumuladas: la lectura política de semejante solidaridad cooperativista sería interesante, pero no nos desviemos. La aventura empieza al producirse el viaje para empeñar una máquina de coser, por los imprevistos que le surgirán a Silvia y a su osado y muy “echaopalante” abuelo Esteban, cuando se cruce en su camino un extraño ¿personaje?: una auténtica máquina Davidson & Prokofiev. Desde ese instante, el libro se convertirá en una sucesión de aventuras, recuerdos, personajes surgidos del pasado para aclarar enigmas, ofrecer respuesta y algún oscuro propósito más. Mientras, a nuestros protagonistas se les planteará el hermoso tópico de la “segunda oportunidad”.

No os perdáis su lectura, y esta vez puedo recomendárosla en todos sus niveles. Esta es una obra específicamente para vosotros: es literatura juvenil de calidad. Soy muy consciente que muchos de los libros de los que habitualmente hablo aquí son poco o nada adecuados para vosotros y que, en demasiadas ocasiones, os resultarían algo inaccesibles; este, pero, es el caso más alejado a ello. Silvia y la máquina Qué es una magnífica obra de dos especialistas en literatura orientada para gente de vuestra edad; sobre su calidad, baste ver que su autor, Fernando Lalana, recibió hace menos de dos semanas de manos de la Princesa Letizia el Cervantes Chico, como habéis visto en la noticia que encabezaba la entrada; y, aún más, la propia novela mereció en 1991 el Premio Barco de Vapor de la editorial SM. No os perdáis su lectura, que os recomiendo hondamente, pues os es accesible a todos y os reportaría grandes momentos. No se me hubiera ocurrido mejor acceso light a la ciencia ficción que la obra de Lalana, y le agradezco a Esther el haber sabido de su Premio. Nos vemos en clase, un saludo.

Imagen: EFE, en El Heraldo de Aragón. Fuente.

* * * * *

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,

ella pondrá dos piedras de futura mirada

y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan

en la carne talada.


Miguel HERNÁNDEZ, “El herido”, en El hombre acecha. (1938-39)

30 octubre de 2010. Centenario del nacimiento de Miguel Hernández.