Minas Tirith: Ciudad de Reyes

sábado, 18 de diciembre de 2010

Recursos Literarios (Vol.2) en La Cámara Secreta

Bueno, un post dedicado a los libros de Harry Potter, tan en boga estas semanas con el estreno de la penúltima entrega de la saga cinematográfica: dado que en este blog solo me he ocupado una vez del extraordinario mundo creado por J.K.Rowling, me parecería prematuro hablar aquí de Las reliquias de la muerte, séptimo y último libro de la serie. Vayamos por partes. La entrada de hoy estará dedicada al segundo libro, Harry Potter y la Cámara Secreta, y, si realmente os interesa, ya hablaremos del séptimo en otro post. Como siempre, hablaremos un poco sobre la segunda novela de aventuras del niño mago más famoso del Universo y continuaremos introduciendo Recursos literarios. Ya sabéis, cinco en cada post: esta vez le tocará el turno a la ALITERACIÓN, la IRONÍA, la INTERROGACIÓN RETÓRICA, la IMPRECACIÓN y la PERSONIFICACIÓN. Vamos a ello.

Publicada originalmente en julio de 1998 (Harry Potter and the Chamber of Secrets, editorial Bloomsbury), la segunda entrega de las aventuras del personaje creado por la británica J.K.Rowling nos llegó de la mano de Salamandra en octubre de 1999. Novela de 286 páginas, de impecable factura; Rowling mantuvo en todas las entregas de la saga una sostenida excelencia. Las preferencias sobre una u otra entregas forman parte de la lectura de cada uno: personalmente, este volumen en particular es el que menos me gusta de la saga, pero reconozco que no es para nada un mal libro. Tiene una trama enganchante, perfectamente encajada en el universo de Hogwarts y los Magos, nos revelan a un Harry ya adaptado al maravilloso mundo mágico y totalmente concentrado en sobrevivir a las emboscadas del aún poderoso lord Voldemort.

Unos detalles sobre el argumento de La cámara secreta: Harry está a punto de iniciar su segundo año en el Colegio de Magia y Hechicería de Hogwarts. No ha recibido ninguna carta ni tenido noticia alguna de sus amigos Ron y Hermione: pronto sabrá que ello ha sido obra del duende Dobby, que le advierte de una conspiración urdida en el Colegio e intenta lograr que Harry no vuelva allí. Tras muchas dificultades, el joven mago se reencuentra con sus amigos en Hogwarts y se inicia un curso muy rápidamente sacudido por luctuosos sucesos: la Cámara de los Secretos, oculta en lo más profundo del castillo, podría haber sido abierta, el heredero de Salazar Slytherin – el más malévolo de los cuatro míticos fundadores de Hogwarts – parece haber llegado y los alumnos con sangre muggle empiezan a ser víctimas de misteriosos ataques. ¿Hacia quién se dirigirán las sospechas? Por mucho que hayáis visto la película (adaptación milimétrica de la trama espléndidamente dirigida por Chris Columbus, de 2002), no os perdáis la lectura de este magnífico libro de aventuras. Ahora que se acerca el final de la saga cinematográfica, tendremos tiempo de hablar sobre estos libros maravillosos, que tan felices han hecho a millones de personas (entre las que me incluyo) y a la que tanto debemos los que amamos la lectura. Dicho esto, os dejo el trailer de la película y paso ya a explicar los cinco recursos de hoy:




ALITERACIÓN

La aliteración es la repetición de un sonido con más frecuencia de lo habitual. Del sonido que se repita dependerá la sensación creada: la proliferación de /m/ creará suavidad, igual que muchas /s/; los catalanes nos inundaremos si hay demasiadas /l/; por otra parte, si hay muchas /R/, la sensación va a ser más violenta. Imaginemos dos frases inspiradas en Harry en las que usaremos dos aliteraciones:


Harry arrojó el jarrón a la recia barrera de la Torre de Astronomía.

La madre de Hermione era muy melodiosa.


Como veis, en el primer ejemplo, la aliteración de /R/ provoca un sonido más duro o vibrante que en el segundo ejemplo, donde abundan las /m/. Con todo, es un recurso fónico que casi siempre emplearemos en los textos líricos, poesía o teatro en verso. Vamos con el segundo.

IRONÍA

El recurso de la ironía consiste en decir algo de forma que se sobreentienda lo contrario. Necesitamos conocer el contexto en que se produce para poder entender su sentido real (el “no literal”).


Por ejemplo, en el capítulo 8 (“El cumpleaños de muerte”) de La cámara secreta, Harry, Hermione y Ron contemplan una reunión de los fantasmas de Hogwarts. Nick Casi Decapitado había intentado ingresar en el Club de Cazadores Sin Cabeza, pero le habían rechazado porque él solo estaba “casi” decapitado. Nick está muy dolido por ello, y un fantasma rival se burla de él lanzándole la cabeza y riéndose: observad como Nick emplea la ironía para responder:


Dio un salto tremendo pero fingido de sorpresa y la cabeza volvió a caérsele.

La gente se rió otra vez.

- Muy divertido – dijo Nick Casi Decapitado con voz apagada.


Obviamente, la burla de los decapitados que se ríen de su incompleta decapitación – un detalle muy importante, parece, para ser un fantasma molón en el mundo de los magos – no le parece a Nick nada divertida. Ha sido irónico: ha dado a entender lo contrario de lo que ha dicho literalmente. Fácil, ¿verdad? Siguiente recurso.

INTERROGACIÓN RETÓRICA

Este recurso consiste en hacer una pregunta que no espera respuesta. Mucho más común en la poesía, he encontrado un ejemplo en el capítulo 4 (“En Flourish y Boutts”) de La cámara secreta: el señor Weasley ha estado a punto de enzarzarse en una pelea – secundado por todos sus hijos y el belicoso Harry – con el arrogante Lucius Malfoy, el padre del odioso Draco, el archirrival de Harry en el colegio. La señora Weasley está enfurecida, porque la han avergonzado delante de su ídolo, el guapísimo Gilderoy Lockhart – inolvidable panoli magistralmente interpretado por Kenneth Brannagh – y chilla una pregunta que no busca respuesta. Cuando Fred le contesta, se enfada aún más.


- ¡Qué buen ejemplo para tus hijos..., peleando en público! ¿Qué habrá pensando Gilderoy Lockhart?

- Estaba encantado – repuso Fred. […]


La encantadora señora Weasley no quería una respuesta: empleaba esta interrogación retórica para ratificar su enfado, como si la respuesta – la suya – fuera obvia e innecesario decirlo en voz alta. Ya llegamos al cuarto recurso.

IMPRECACIÓN

Esta es una bella figura poética que consiste en desearle mal a alguien. En clase hemos visto algunos ejemplos en las medievales albadas – cuando el poeta maldice al Sol porque le separa de su amante – y La cámara secreta nos ofrece otra, no tan poética, obviamente, al tratarse de prosa, pero igualmente malévola.

El señor Malfoy extrajo el diario del calcetín, tiró éste al suelo y luego pasó la vista, furioso, del diario a Harry.

- Harry Potter, vas a terminar como tus padres uno de estos días – dijo bajando la voz –. También ellos eran unos idiotas entrometidos.

(Capítulo 18, “La recompensa de Dobby”; página 283)


Como veis, está extraída de las últimas páginas del libro: es una Imprecación en boca de Lucius Malfoy, que le desea lo peor a su enemigo, Harry Potter, que ha frustrado sus planes y las ambiciones de los mortífagos una vez más. Deseándole que termine como sus padres le está deseando la muerte, pues James y Lilly Potter fueron asesinados por lord Voldemort. Ya llegamos al último recurso del post, ánimos.

PERSONIFICACIÓN

Este recurso consiste en otorgarle cualidades humanas a objetos inanimados o abstractos. Abundan los ejemplos en la saga de Harry Potter: en el quinto capítulo de esta novela, La cámara secreta, nos encontramos con el Sauce Boxeador, un violento árbol que intenta destrozar a golpes a todos cuantos se le acercan: Rowling otorga a este árbol cualidades humanas como la furia, la violencia, ser un cascarrabias y su nulo sentido del humor.


Ron ahogó un grito al mirar por el parabrisas, y Harry sacó la cabeza por la ventanilla en el preciso momento en que una rama, gruesa como una serpiente pitón, golpeaba en el coche destrozándolo. El árbol contra el que habían chocado les atacaba. El tronco se había inclinado casi el doble de lo que estaba antes, y azotaba con sus nudosas ramas pesadas como el plomo cada centímetro del coche que tenía a su alcance. (página 70)


Hemos llegado al final. Espero que estos cinco nuevos recursos os resulten asequibles. Para cualquier duda, ya sabéis donde estoy. Cualquier segundo que le dediquéis a cualquier de estos libros os será provechoso y puede reportaros gran placer: creedme.

Y con esto, cerramos el blog hasta el próximo año. Entre mudanzas y Navidades, no tendré demasiado tiempo, pero 2011 nos traerá más libros, siempre que lo deseéis. Un abrazo y que paséis muy buenas fiestas. Feliz Navidad.


2 comentarios:

  1. Excelente artículo pre navideño Germán pero como yo lo leo después, aprovecho para felicitarte este reciente 2011. Espero que nos sigamos leyendo. Un abrazo, Mila Solà Marqués

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  2. Mil gracias, Mila, feliz año a ti también. Un abrazo, nos leemos.

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