Minas Tirith: Ciudad de Reyes

domingo, 27 de junio de 2010

Predicados nominales y verbales en El tatuaje azul.

La lección de hoy siempre me deja la misma impresión: es obvia, sencilla y fácilmente asequible para todos, pero desaparece como una nebulosa en cuanto dejamos atrás el último ejercicio. El asunto, sencillo, que nos ocupa es la diferenciación entre los predicados nominales y los predicados verbales, que ampliamos en sintaxis de 3º de ESO. Ya sabéis que las oraciones con predicado nominal son aquellas cuyo verbo conjugado sea copulativo, es decir: ser, estar o parecer. Los verbos copulativos no tienen fuerza semántica: el significado nos lo facilita el predicado nominal, a través de un atributo. Por el contrario, las oraciones tendrán un predicado verbal cuando NO empleen ninguno de esos verbos copulativos; pueden conjugar cualquiera de los otros verbos del castellano.

El concepto, por sencillo, no exige mayor explicación, por lo que este post se sumergirá con mayor celeridad de la habitual en la fantasía épica. El libro del que os hablaré hoy fue el primero que me sumergió en un universo fascinante: los Reinos Olvidados. Originalmente, Forgotten Realms fue un exitoso módulo para el juego de rol de Dungeons & Dragons; al calor de esta cosmogonía iniciada entre dados de 20 caras, surgió, de la mano de muchos y variados autores, un compendio de grandes libros ambientados en el fantástico mundo de Faërun. Se escribieron novelas o trilogías y series varias sobre los más renombrados héroes o villanos de los Reinos: Ed Greenwood se ocupó del mago más grande del mundo, Elminster; de la pluma de R.A.Salvatore surgieron las sagas de personajes inolvidables como el clérigo Cadderly, el asesino Artemis Entreri y, por supuesto, el elfo oscuro Drizzt Do'Urden. Richard Awlison explicó la catastrófica Era de los Transtornos en su magistral tetralogía del Avatar, mientras que Jeff Grubb se unió al ya mencionado Greenwood para narrar la ascensión y decadencia de Cormyr. Los Reinos Olvidados son vastos, y aún hoy no he leído ni la mitad de lo publicado en España de la mano de la editorial Timun Mas; aquel que quiera hacerse una idea de lo amplio de la colección, puede echar un vistazo a la lista de tomos publicados hasta hoy.

Hoy, os decía, os hablaré del libro que me introdujo en este mundo por primera vez: se trata del primer libro de una trilogía atípica, casi independiente el segundo volumen salvo la participación secundaria de una personaje halfling. Hay quien la llama 'Trilogía de los Reinos Olvidados', y otros se refieren a ella, mediante heteronimia, como 'Trilogía del Tatuaje Azul'. Precisamente así se titula, El tatuaje Azul, obra de Kate Novak en colaboración con Jeff Grubb, ambos primeras espadas de la estadounidense TSR, publicada por Timun Mas en 1996 y traducida por Marta Pérez. Elegido aleatoriamente en la estantería de una librería, fue una feliz coincidencia que me llevó a un magnífico inicio en el mundo de los Reinos. Concebido como uno de los libros introductorios en una saga, la de los Reinos, concebida sin un orden cronológico de lectura, supone un magnífico primer vistazo de las tierra de Faërun, al sur del gran desierto de Anauroch, más allá del bosque encantado de los Elfos, donde, dicen, aún se erigen las ruinas legendarias de Myth Drannor, esbozada apenas la imperial capital de Suzail; también se apuntan con acierto el clima entre los aventureros, las conspiraciones en las corruptas ciudades, los peligros de los viajes en tierras salvajes y la presencia de enormes desafíos como temibles magos, diestros y crueles guerreros, razas inmundas y alevosos intereses ocultos.

El tatuaje azul tiene un inicio intrigante: una aventurera llamada Alias se despierta tras una enorme borrachera en una habitación de un tugurio de mala muerte, cerca del Lago de los Dragones; aún bostezando, repara en un intrincado y elaboradísimo tatuaje azul que reluce en todo su antebrazo. Espantada, intenta recordar el origen del tatuaje, descubriendo una absoluta amnesia sobre las circunstancias que la llevaron a ese lugar.

En su desorientado viaje, intentando averiguar las circunstancias del misterioso tatuaje, se unirán a Alias un semidragón, al que llamará Dragonbait, un mago turmita llamadoAkabar Bel Akash, y la descarada y ambiciosa trovadora halfling Ruskettle. Muy pronto asistiremos a la extraordinaria naturaleza del tatuaje azul de Alias, que refulgirá mágicamente poseyendo en extrañas circunstancias a la protagonista en explosiones coléricas. Novela escrita con encomiable ritmo, precisión en las descripciones de tipos y paisajes y un profundo conocimiento de los usos de la saga, incluso nos presentará por primera vez, aunque muy esbozadamente, a personajes claves del universo como el rey cormyta Azoun IV, su mago Vangerdahast o el legendario Elminster, que permanecerá en el anonimato mientras ayuda a Alias a desentrañar el significado oculto de su mágico tatuaje. Las aventuras se sucederán, y veréis, de sumergiros en su lectura, por primera vez el puntilloso sentido del humor y de la dignidad de los grandes Dragones, concretamente de la colérica y socarrona Mistinarperadnacles Hai Drac, también conocida como Mist la Roja; además, atravesaréis los peligros del Desfiladero de las Sombras, experimentaréis por primera vez el unánime terror que suscitan los manejos de los liches, y veréis enormes explosiones de magia. Para mí, lector muy sumergido en el universo Dragonlance, la espectacularidad y las magnas proporciones de los duelos mágicos que se exhiben en los Reinos Olvidados fueron absolutamente deslumbrantes. Sin querer entrar en debates sobre el carisma de personajes como Raistlin Majere o Magius frente a Elminster o alguno de los más grandes Magos Rojos de Zhay, parece razonable pensar que los hechiceros de Faërun exhiben un mayor poderío arcano que los que moran en Krynn. En cualquier caso, la predilección por unos u otros es cosa vuestra, os invito a disfrutar de ambas sagas, sin que una preferencia tenga que porque ser excluyente.

Ejemplificar un concepto tan sencillo como el que nos ha ocupado en este post – os recuerdo, la diferenciación entre predicados nominales y verbales – sería casi un insulto a vuestra inteligencia, así que os invito a que vosotros mismos señaléis en estas frases extraídas de la obra los predicados nominales y verbales que encontréis:

Valiéndose del arma del lagarto, Alias la emprendió contra las rotundas ligaduras sin pensar en el daño que podía infringirse a sí misma. (página 95)

La halfling no era la única que anhelaba dormir confortablemente. (página 163)

La aventurera se volvió hacia el hombre que había hablado. Era un joven guapo, de faz rasurada, cestido elegantemente, con el cuerpo flexible y ágil de un luchador. El único ornamento que lucía era un anillo de metal encarnado […]. Pronunció la “g” de “grado” en un tono más gutural que el autóctono de aquellos confines. “Es de Aguas Profundas”, pensó la muchacha. (página 203)

La noche anterior, al volver la espadachina a La Calavera Vetusta, Dragonbait estaba de guardia cerca de la puerta de la posada. (página 261)

- Según parece – explicó Alias –, Cassana y Prakis mantuvieron relaciones amorosas antes del duelo en el que pereció el hechicero.

-¡Ah!. No puede negarse que los humanos sois fascinantes. (página 262)

- ¿Es un tónico con propiedades curativas?

La halfling agitó el frasco y esbozó una sonrisa pícara.

- Hay quien lo llama así. En realidad es un compuesto de aguamiel y licores. (página 355)

Abrió de nuevo el acceso a la estancia de Phalse e, infiltrándose en el interior, examinó el ventanuco. Estaba desguarnecido. Las protecciones parecían ser una ocurrencia de última hora del espectro, que, falto de previsión, cometió la negligencia de no volver al cuarto y aplicarle las medidas apropiadas. (página 434)

Bien, estoy seguro que habéis encontrado sin dificultad un mínimo de diez predicados nominales. Si no es así, leed con atención, buscando especialmente cualquier forma de los verbos “ser”, “estar” o “parecer”.

La trilogía continuará con el segundo volumen, titulado El espolón del Wyvern, un libro desigual, de inicio titubeante, centrado en la casi rural realidad del noble y muy estirado Giorgioni Wyvernspur, que se resarcirá con un, a mi juicio, vigoroso desenlace, a la altura del ritmo narrativo exhibido en El tatuaje azul. El desenlace llegará con El cántico de los saurios, buen colofón – que no magnífico, como sí me pareció su arranque – a la trilogía, donde se descubrirá la naturaleza del tatuaje de Alias y la misión de Dragonbait.

No dejéis de disfrutar de este libro, El tatuaje Azul, buena muestra de la enorme calidad que suelen atesorar todas las obras de este mundo fantástico, los Reinos Olvidados. Salud.

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