Minas Tirith: Ciudad de Reyes

sábado, 8 de mayo de 2010

El estilo directo y el estilo indirecto en La Orden del Fénix

Para refrescar este sencillo concepto, la transformación del estilo directo al estilo indirecto, emplearemos el que probablemente sea el libro menos aceptado de la saga Harry Potter: el quinto volumen escrito por J.K. Rowling, La orden del Fénix, publicado en español por la editorial Salamandra en febrero de 2004.

En el ESTILO DIRECTO se reflejan literalmente las intervenciones de los personajes, con las mismas palabras que emplea; señalamos el inicio del diálogo con un guión, y se emplean verbos de DICCIÓN, tales como "decir", "murmurar", "gritar", "explicar", "susurrar", "rezongar", "chillar", etc. Estos verbos deben separarse del diálogo del personaje con guiones.

-¿Y qué dijo Karkus? - preguntó Harry con avidez.
-Nada. No sabía hablar nuestro idioma - respondió Hagrid.
-¡No me fastidies!
- Pero no tuvo importancia - comentó el guardabosques, imperturbable -. Dumbledore ya nos había advertido sobre esa posibilidad. Karkus entendió lo suficiente para llamar a gritos a un par de gigantes que sí sabían, y ellos hicieron de intérpretes.
-¿Y le gustó el regalo? - inquirió Ron.
- Ya lo creo, se puso como loco de contento cuando comprendió qué era - contestó Hagrid mientras le daba la vuelta al filete de dragón.
(J.K. ROWLING, La orden del Fénix, Salamandra, 2004, pág 445)




Bien. En el ESTILO INDIRECTO, por el contrario, el autor o narrador REPRODUCE las palabras que ha pronunciado el personaje, empleando un verbo de dicción seguido de la conjunción QUE. Además, debemos transformar las referencias - personas gramaticales, tiempos verbales. Transformemos el diálogo anterior al estilo indirecto:

Harry preguntó con avidez QUE qué había dicho Karkus. El guardabosques le respondió QUE nada, pues no sabía hablar su idioma; Harry exclamó entonces QUE no le fastidiara, pero Hagrid comentó imperturbable QUE no tenía importancia, pues Dumbledore ya les había advertido sobre esa posibilidad y que Karkus había entendido lo suficiente para llamar a un par de gigantes que sí sabían, y que ellos hicieron de intérpretes.
Ron inquirió si le había gustado el regalo, a lo que Hagrid contestó, mientras le daba la vuelta al filete de dragón, QUE sí, QUE [el gigante] se había puesto loco de contento en cuanto comprendió qué era.


Espero que este sencillo proceso no implique dificultad alguna para vosotros; podéis intentar transformar el diálogo contenido en la escena de la película inspirada en este libro, mientras rememoráis conmigo la batalla mágica más espectacular de toda la saga de Harry Potter: el venerable director de Hogwarts, Albus Dumbledore contra el renacido Señor Oscuro, lord Voldemort. Animaos a pasar sus intervenciones al estilo indirecto, suerte!

Batalla Dumbledore vs. Voldemort

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