Minas Tirith: Ciudad de Reyes

viernes, 7 de mayo de 2010

Las Oraciones Subordinadas Adjetivas en Los Príncipes Demonio

Para recordar como analizaremos las oraciones subordinas adjetivas o de relativo, practicaremos con ejemplos extraídos de una hermosa saga de ciencia ficción, obra de Jack Vance, un escritor estadounidense varias veces galadornado con los premios Hugo y Nebula (los de más prestigio en el género).


El argumento de esta saga, escrita durante casi tres décadas, es sencillo. Alrededor de la década del 1530 según el calendario post-año 2000, un hombre llamado Kirth Gersen, entrenado en las artes del asesinato, busca la venganza al matar a los cinco Príncipes Demonio: Attel Malagate, Kokkor Hekkus, Viole Falushe, Lens Larque y Howard Alan Treesong, que saquearon en su infancia el planeta donde vivía y mataron o esclavizaron a todos los que amaba. Al no tener nada que perder y un amplio número de recursos a su disposición –que se irán ampliando conforme pasen las novelas, sin caer por ello en la mediocridad del superhombre van Vogtiano– Gersen emprenderá una labor de detective espacial para descubrir en cada novela a cada uno de estos criminales, y de paso salvar al Oikumene (el Universo conocido, de donde extrae humildmente el título este blog) de sus crímenes.
Veamos como emplea las oraciones de relativo Vance:

- Oraciones Adjetivas Explicativas. La oración subordinada ha de estar enmarcada entre comas, y la calificación que aporta al referente se da como conocida anteriormente.

Ese maldito ladrón, que ya había sido desterrado del clan Bugold, fue conocido y temido un tiempo después como Lens Larque.

- Oraciones Adjetivas Especificativas. La oración subordinada NO está insertada entre comas, por lo que hay que prestar especial atención al pronombre relativo que nos indicará cuando se inicia la misma y qué sustantivo o sintagma nominal es el referente.

La legendaria estafa que había cometido Gersen había resuelto para siempre sus problemas económicos.

El Pronombre relativo desempeña función propia dentro de la oración subordinada, y en esto se diferencia de los nexos o enlaces que hemos visto en la subordinación sustantiva o adverbial. Para saber cuál es su función, debemos aislar la oración subordinada e imaginar acto seguido que el REFERENTE sustituye al pronombre relativo: la función que desempeñaría es la que realiza el pronombre, que no hace otra cosa que sustituirlo para no caer en la repetición.

Valdemar Kutte, que había sido abucheado en su última actuación ante los Sadalfloury, se tragó su orgullo una vez más, expuesto resignadamente ante los poderosos y adinerados dirigentes de su comunidad.

QUE había sido abucheado en su última actuación ante los Sadalfloury

===> "Valdemar Kutte" había sido abucheado en su última actuación ante los Sadalfloury


Por tanto, en este caso que hemos visto el pronombre relativo QUE desempeña la función de SUJETO dentro de la oración subordinada.

Un caso especial es el pronombre CUYO, última reminiscencia del sistema casual latino en español. CUYO proviene directamente del genitivo latino CUIUS, y, como bien sabrán los versados en la lengua de Virgilio, su volcado a nuestro castellano exige anteponerle la preposición DE, con lo que formamos nuestros Complementos del Nombre. CUYO siempre desempeñará la función de CN dentro de la oración subordinada.

Treesong, cuyo imparable ascenso había sido indudablemente obtenido de forma ilegítima, fue fulminantemente expulsado del Instituto.

CUYO imparable ascenso había sido indudablemente obtenido de forma ilegítima

"DE Treesong" imparable ascenso había sido indudablemente obtenido de forma ilegítima


Que no nos confunda el poco habitual orden las palabras. De Treesong imparable ascenso debe ser entendido como "el imparable ascenso DE Treesong". La función de CN del pronombre relativo queda aclarada de esta forma.

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