Minas Tirith: Ciudad de Reyes

sábado, 8 de mayo de 2010

Las Oraciones Subordinadas Adverbiales en los Reinos Olvidados.

Un tema duro, las oraciones subordinas adverbiales. Normalmente, solemos enfrentarnos a ellas hacia el tercer trimestre de 4º de ESO, y desde el primer encuentro maldecir al profe (los comentarios están abiertos XD) y al inventor de la sintaxis suelen ser tópicos hasta el final del curso. Para repasar este tema, emplearé una trilogía de los Reinos Olvidados, una saga semejante a la Dragonlance, pero ambientada en el mundo fantástico de Faërun. La saga, obra de R.A. Salvatore, se titula El Valle del Viento Helado. Publicada hace hoy 20 años, constituyó un hito de la saga, pues introdujo al que sería su personaje más popular y carismático, el elfo oscuro Drizzt Do'Urden. De la malvada raza de los drows, Drizzt nació en Menzoberranzan, la tenebrosa ciudad drow en la Infraoscuridad, y rehuyó la maldad innata de los suyos para exiliarse y convertirse en un valeroso montaraz defensor de la Justicia. Os invito a que sigáis sus aventuras en las inhóspitas tierra del Valle del Viento Helado, en compañía de otros personajes absolutamente memorables, como el rey enano Bruenor Battlehammer, el temible bárbaro Wulfgar, la valerosa Cattie-Brie y el taimado halfling Regis, también llamado "Panzaredonda".



Pero centrémonos en el objetivo del post: el repaso de la subordinación adverbial y la selección de ejemplos obtenidos de esta trilogía. Primero, una presentación con la teoría que debemos tener presente. Si me permitís el muy friki símil, Nueve Anillos tenían los Reyes Humanos (Tolkien dixit) y Nueve son las Subordinadas Adverbiales:



Tras la teoría, veamos los ejemplos seleccionados del texto que nos ocupa. La trilogía se compone de tres libros, La piedra de cristal, Ríos de Plata y La gema del halfling, aunque Timun Mas los editó hace tiempo en un único volumen de coleccionistas.

Or. Sub. Adv. TEMPORALES.

Los bárbaros habían acabado de montar el campamento cuando Drizzt se acercó a su perímetro exterior.
(La piedra de cristal, cap. 7, pág. 77)


Or. Sub. Adv. LOCATIVAS.

El estandarte de Akar Kessel ondeará muy pronto donde hoy se erigen vuestras malditas ciudades de pescadores y desarrapados, chusma olvidada de los Reinos...
(La piedra de cristal, cap. 18, pág. 187)

Or. Sub. Adv. MODALES.

Artemis Entreri se deslizó por las sombras de las entrañas de Calimport sin que sus pasos levantaran el mínimo sonido, tan silencioso como una lechuza planeando sobre un bosque al anochecer.
(La gema del halfling, cap. 16, pág. 911)


Or. Sub. Adv. FINALES.

Intentó invocar la imagen de Regis, para que su rabia se disipase pensando en que Drizzt y él tenían asuntos mucho más importantes que atender...
(La gema del halfling, cap. 4, pág. 759)



Or. Sub. Adv. CAUSALES.


Los hombres de la tribu que eran sorprendidos tierra adentro por las primeras nevadas y que no podían seguir el curso del reno hacia el mar, buscaban a menudo refugio en Evermel, porque los tibios vapores de la charca hacían soportable, si no agradable, la temperatura de los alrededores.
(La piedra de cristal, cap. 21, pág. 223).


Or. Sub. Adv. CONSECUTIVAS.


Los marineros no tardaron en regresar con las buenas noticias de que Easthaven aún no había sido arrasada por la oscuridad, así que se enviaron con enorme cautela tripulantes a tierra en busca de provisiones.
(La piedra de cristal, cap. 24, pág. 260)


Or. Sub. Adv. CONDICIONALES.


Dendybar no se sentía preparado para enfrentarse en ese momento al espectro, pero no podía rebatir la danza de las llamas. Si no ponía toda su concentración en someter al espíritu de Morkai, el espectro de su viejo maestro desgarraría el hechizo que le subyugaba y se cobraría debida venganza del discípulo que había planeado su asesinato.
(Ríos de plata, cap.4, pág. 422)


Or. Sub. Adv. COMPARATIVAS.

El paso del viento entre los pilares envolvía el ambiente con un gemido misterioso y triste, [...] y parecía recordar a los visitantes su condición de mortales, como si los monolitos se burlaran de su breve vida en comparación con su existencia eterna.
(Ríos de Plata, cap. 18, pág. 609.)


Or. Sub. Adv. CONCESIVAS.


Regis se precipitó hacia la puerta, aunque sabía a ciencia cierta que estaría cerrada con llave...
(La gema del halfling, cap. 17, pág. 930)



Con esto concluimos el breve repaso. Espero que os animéis a conocer esta hermosa trilogía, repleta de aventuras, batallas, hechicería, traiciones y giros sorprendentes. Como ya os he dicho, aparecen en ella algunos de los personajes más memorables de Faërun. Ah, y, por supuesto, que las subordinadas adverbiales os resulten algo más sencillas y accesibles ahora. Salud!

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